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¿Qué son los celos?

 

 

En el ámbito de las relaciones de pareja, los celos son sentimientos de inseguridad y angustia que invaden a uno o ambos miembros de una pareja sentimental cuando se dan una serie de situaciones. Este sentimiento negativo puede surgir cuando sienten que está en peligro el amor del otro, o bien cuando notan con temor que dejan de ser el centro de atención del ser amado.

Pero todas las relaciones interpersonales pueden verse afectadas por los celos. Podemos encontrar ejemplos de situaciones de celos que se presentan incluso en la vida adulta: “mi mamá le dedica más tiempo a mi hermana, ella siempre ha sido la favorita” o bien “mi mejor amiga invitó a salir a otra persona siendo yo su mejor amiga”.

Como vemos, no todos los celos provienen de parejas sentimentales, pero sí es cierto que es mucho más común entre novios. De hecho, los celos son un problema recurrente en las consultas psicológicas de pareja.

 

Posibles causas de los celos

 

 

 

Las causas normalmente se relacionan con el miedo, aunque también pueden existir otras causas que den pie a la aparición de los celos:

 

  • La baja autoestima e inseguridades, el pensar que no valemos lo suficiente.
  • Necesidad de control en todos los aspectos de la vida.
  • Intolerancia a la incertidumbre y a la frustración.
  • Personas muy preocupadas por la imagen social.
  • El miedo a estar sólo.
  • Haber vivido infidelidades anteriores.
  • Sentimiento de posesión sobre personas.
  • Trauma por abandono.
  • Relacionar celos y amor.

 

La inseguridad acostumbra a ser uno de los motivos principales por los que se da el fenómeno de los celos en todo tipo de relaciones de pareja. Las personas inseguras tienden a creer que en ciertos aspectos de su día a día están en desventaja con respecto al resto de personas, y eso las mueve a estar constantemente buscando estrategias para intentar compensar esta supuesta situación desfavorecida.

 

Los celos también pueden formar parte de una visión pesimista sobre las relaciones de pareja. Es decir, que es posible que alguien celoso esté focalizando su atención sólo en aquellos casos en los que recuerda que los celos han terminando pareciendo intuiciones acertadas acerca de la realidad, sea porque han anticipado situaciones de infidelidad o porque han sido un signo de que la relación estaba llegando a su fin.

 

Los celos suelen expresarse a través de crisis de pareja o pequeños conflictos. Además, los celos suelen ser más expresados que comunicados, o dicho de otra forma, la persona involucrada sólo llega a través de ellos a partir de la interpretación de nuestros propios actos, no porque hablemos de estos celos de manera sincera y abierta.

Esto hace que la otra persona cambie su actitud hacia nosotros, mostrándose normalmente más a la defensiva y reivindicando su individualidad, haciendo a propósito cosas que «nos molestan» incluso sin darse cuenta.

 

Estos son algunos de los motivos que resultan útiles para explicar la aparición de los celos, pero nunca está de más recordar que cada caso es único. Pueden tomarse como pautas para la autorreflexión y comprobar hasta qué punto los celos que se sienten siguen las lógicas descritas aquí, pero no son descripciones rígidas de la realidad.

 

 

¿Cuándo son dañinos?

En general, estos sentimientos se manifiestan de forma descontrolada, son irracionales, sin fundamento objetivo y por ende, dañinos. Estos son los celos enfermizos, los que realmente pueden acabar con las relaciones interpersonales, y los que suponen un problema para el bienestar psicológico de la persona que los sufre.

Lamentablemente, existe la errónea creencia de que cuando una persona siente celos por su ser amado, es porque lo quiere mucho. Este es un error garrafal que puede generar dinámicas peligrosas y empeorar la situación. De hecho, es fácil escuchar frases como: “si siente celos por ti, es porque está muy enamorado”. Este tipo de concepción sobre los celos puede ser un mal comienzo para una relación, pues el amor de pareja se debe sembrar en libertad para permitir a ambos integrantes crecer y florecer; los celos solo asfixian la relación, hasta el punto de volverla insoportable.

 

 

10 señales y síntomas que manifiestan las personas celosas

 

 

  • Revisan el teléfono de sus allegados (pareja, familiares) constantemente, y también sus cuentas personales (Facebook, e-mail…).
  • Desconfian de los compañeros de trabajo, tanto de hombres como mujeres.
  • No ven con buenos ojos que sus parejas realicen actividades personales
  • Suponen que sus parejas se arreglan y se maquillan para gustar a otras personas.
  • Revisan cuidadosamente la ropa de sus parejas buscando marcas u olores de otras personas.
  • Asumen que las compras personales que realizan sus parejas son regalos hacia otras personas.
  • Privan a sus parejas de disfrutar de espacios con otras personas, incluso aunque tengan la oportunidad de acompañarles.
  • Critican, humillan, regañan y desvalorizan constantemente a sus parejas.
  • Suelen tener una actitud grosera y prepotente.
  • Ridiculizan a sus parejas frente a otras personas.

 

 

Cómo controlar los celos

 

  • Evita pensamientos destructivos que hacen que el problema de los celos se agrave e intenta sustituirlos por otros de seguridad y confianza que ayuden a frenarlos.
  • Esfuérzate en ser objetivo y aprende a diferenciar lo que son hechos reales de lo que puede estar manipulando tu imaginación. Esto no es otra cosa que tomar verdadera conciencia del problema e intentar hacer algo al respecto.
  • Procura ser más tolerante y dejarle su espacio a tu pareja: evita ese impulso irrefrenable que te lleva a estar en todo momento controlando y preguntándole sobre lo que hace y con quien. De esta forma lo único que vas a conseguir es que se sienta cada vez más agobiada y atosigada.
  • Comenta lo que te ocurre a algún amigo de confianza y pídele consejo. No olvides que ocultar el sufrimiento y negarlo hace que se potencie cada vez más. Los consejos y puntos de vista de otras personas ayudan a analizar lo que nos ocurre de forma objetiva y a encontrar soluciones que tal vez no se nos habían ocurrido.
  • Reflexiona sobre lo que te ocurre e intenta aclarar tus ideas. Esto te ayudará a exponer tus sentimientos con sinceridad, a descubrir tus miedos, necesidades, etc.

Y una vez detectado el problema procura poner todos los medios a tu alcance para solucionarlos.

  • Evita utilizar amenazas: habla claramente de lo que te ocurre, no te ciegues con la rabia e intenta buscar soluciones al problema.
  • Evita culpabilizar a alguien de lo que te ocurre: Procura ser responsable de lo que sientes y no olvides que tus actos dependen de ti, y eres la única persona que puede cambiar tu conducta ante lo que estas sintiendo.
  • Evita ser trágico a la hora de asumir los celos: esfuérzate en apreciarlos como síntoma de amor verdadero y prevenirlos cuando se descontrolan y vuelven dañinos.

 

Sin embargo, si aprendemos a controlar estos impulsos, los celos nos pueden ayudar a apreciar y valorar a la persona que tenemos al lado y a cuidar el amor del otro sin darlo siempre por supuesto. En algunos casos, cuando los celos son muy frecuentes, intensos y duraderos y surgen sin ningún motivo, se vuelven patológicos.

Esto produce un sufrimiento intenso en quien los sufre, y en muchas ocasiones se aconseja acudir a un profesional especializado en terapia de pareja.

 

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