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Dependencia Emocional

 

Aunque la dependencia emocional puede darse en todo tipo de relaciones aquí nos vamos a centrar en las relaciones de pareja y en cómo en nombre de un supuesto amor romántico se puede entrar en una adicción tan severa que puede anular a la persona como cualquier otra droga.
La mayoría de los autores coinciden en que la dependencia emocional se fragua principalmente en la infancia. Una relación saludable con la figura de apego durante los primeros años es fundamental para establecer las bases de la socialización posterior. Lo que el niño ve en su familia y la satisfacción de sus necesidades emocionales van a marcar el modo en el que se asome a la vida y al mundo en años sucesivos.
Si un niño vive la amenaza del abandono, el chantaje emocional o la represión de sus emociones desarrollará con mayor probabilidad la creencia de que el mundo no es lugar seguro, el otro siempre intentará agredirme y lo que yo siento o pienso no es importante.
Esto se traduce en una baja autoestima y en una creencia/herida profunda de que “Yo no soy valioso”. Así, para validar esa autoafirmación el dependiente se enredará en relaciones que lo corroboren: conformarse en relaciones insatisfactorias, sumisas, asimétricas y con malos tratos psicológicos o físicos.
En la adolescencia la familia pasa a un segundo término y son los amigos los que priorizan la forma de interactuar. Se busca a los iguales como compañía, confidentes y modelos de comportamiento.
En la adolescencia y juventud es donde se desarrollan los primeros noviazgos así que en este momento es importante tener una buena autoestima, confianza y no temer al abandono ni a estar solos. De esta forma los primeros ensayos mostrarán ya relaciones saludables, de igualdad y sentarán las bases para futuras relaciones más maduras.
Uno de los puntos clave que tenemos que tener en cuenta es la dificultad de detectar esa dependencia por el tono de normalización con el que está teñido.
Sufrir por amor está visto con complacencia y condescendencia. En muchos casos, la intensidad de lo que la sociedad llama amor se mide por el grado de dificultad, lucha y toxicidad de una relación…

Causas de la Dependencia Emocional. 

Aunque las causas de la dependencia emocional pueden diferir de un individuo a otro, existen ciertas características que las personas con este patrón psicológico tienden a compartir entre sí. Estas son las más habituales:

1. Actitud sumisa y pasiva

Debido a que la dependencia emocional genera un miedo excesivo a perder a la pareja, quienes tienen este patrón suelen adoptar una actitud sumisa y pasiva en sus relaciones, pues sienten que de esta forma su pareja no los abandonará.

Ejemplos de actitud sumisa y pasiva se encuentran en la incapacidad de la persona de tomar decisiones sin consultarlo con su pareja o el deseo de ocultar sus pensamientos o deseos por temor a que su pareja tenga deseos o pensamientos contrarios.

2. Baja Autoestima

Otra característica que tienden a compartir los dependientes emocionales es la baja autoestima. Debido a esto es común que se comparen constantemente con otras personas, ya que a nivel inconsciente se consideran inferiores.

Asimismo, la baja autoestima genera una necesidad de que constantemente reciban apoyo emocional y les recuerden no son inferiores.

3. Celos patológicos

Pese a que generalmente los celos son una reacción natural de miedo a perder a la pareja, las personas con dependencia emocional suelen desarrollar celos patológicos. Estos se diferencian de los celos normales en que son excesivos e irracionales.

Por ejemplo, los dependientes emocionales pueden sentir la necesidad de saber en todo momento dónde está su pareja y qué está haciendo, ya que sienten un miento constante a que ésta los abandone por alguien más. Debido a esto pueden hacer cosas como llamar con mucha frecuencia a la pareja para saber su ubicación.

4. Sensación de responsabilidad por la felicidad ajena

Los dependientes emocionales tienen una tendencia a sentirse responsables de la felicidad de la persona a la que son dependientes. Este sentimiento está tan arraigado que pueden experimentar felicidad por los logros de la pareja como si fueran propios. De igual forma, sienten culpa si la pareja fracasa. A raíz de esto, el dependiente emocional puede experimentar cambios de humor con mucha frecuencia.

5. Temor a la soledad

El temor a la soledad es la característica más resaltante de los dependientes emocionales. Este miedo, que en ocasiones es irracional, hace que los dependientes emocionales se sientan desprotegidos y abandonados si están solos, lo que suele generarles ansiedad. Para evitar este miedo renuncian a su individualidad y se refugian emocionalmente en otra persona.

 

 


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