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Cómo afrontar una infidelidad 

La infidelidad es un tema muy tratado en películas y en la literatura como un reflejo de la vida, en tanto que resistir a la tentación del deseo estando en pareja, no siempre resulta sencillo.

Como solo vamos a hablar de este tema en su vertiente general, conviene señalar que cada caso es particular y concreto, lleno de matices como la propia vida y como las historias de amor, que son únicas e irrepetibles.

Así, tanto si eres tú quien ha cometido una infidelidad, como si es tu pareja la que lo ha hecho, debes saber que no existe una única forma de actuar ante esta situación porque hay demasiados factores que es necesario tener en cuenta. Sin embargo, algunos consejos te pueden ayudar a afrontar una infidelidad sin perder la autoestima.

¿Por qué hay ahora más infidelidades?

En la actualidad se producen más infidelidades porque la vida también ha cambiado. Hoy día, las personas viven más tiempo, por lo que la idea de mantener un matrimonio para toda la vida también es más compleja que cuando la esperanza de vida era menor.

Además, hace unas décadas las mujeres estaban en casa cuidando de los hijos y haciéndose cargo del hogar. Ahora, sin embargo, las mujeres también concilian trabajo y familia. Por lo tanto, tanto hombres como mujeres tienen muchas más oportunidades de conocer a nuevas personas hacia las que sentir una posible atracción a pesar de estar en pareja. Cuanto mayor es el núcleo social de una persona, más posibilidades tiene de conocer a alguien que le resulte atractivo.

“Una infidelidad puede romper por completo una pareja o, por el contrario, ser una prueba que, finalmente, fortalece la relación”

Sin embargo, la atracción no es sinónimo de una infidelidad. Es posible sentir atracción por alguien, y ser consciente de ello, pero no dejar que la historia vaya a más. La atracción es algo muy físico, por tanto, si no hay enamoramiento de por medio, es más fácil resistir a la tentación y marcar distancias con esa persona. De hecho, esta es una solución práctica antes de que surjan sentimientos más profundos.

Por otra parte, conviene precisar que los valores de cada persona son diferentes, y hay que entender que en la pirámide del amor personal, la fidelidad no siempre se encuentra como criterio fundamental.

Existen personas que anteponen otros valores a la fidelidad. Tal vez por ello han surgido nuevas formas de relación como el poliamor y las relaciones abiertas. Del mismo modo, existen personas que tienen una doble vida.

Causas de una infidelidad

Existen muchas causas que pueden favorecer que se cometa una infidelidad, ya que se trata de un comportamiento que depende de numerosos factores como las características individuales de cada persona y de su entorno, las oportunidades que tiene de conocer a nuevas personas por las que sentirse atraída, su compromiso de pareja, etcétera, pero los motivos que con mayor frecuencia se encuentran detrás de una infidelidad son:

* En primer lugar, existen expertos que matizan que cuando se produce una infidelidad, es un síntoma de que la relación de pareja ya estaba rota previamente. Es decir, desde esta perspectiva, no existe nadie capaz de romper una relación que no tiene fisuras.

* La infidelidad también se produce porque la persona se enamora de alguien que no es su pareja o, al menos, empieza a tener sentimientos que le generan confusión.

* Algunas personas tienen una aventura para recuperar viejas emociones y para sentirse nuevamente jóvenes y deseadas.

* La adicción al sexo también es un problema real que conviene tratar cuando se sufre. Una persona de estas características, es infiel por pura tendencia.

* El morbo y la tentación que produce el sabor de lo prohibido, la adrenalina de ir más allá de las normas, también es una fuente de atracción para quienes disfrutan con el riesgo.

* El eterno seductor, sigue siéndolo precisamente porque le gusta gustar; por ello, es difícil que se cierre únicamente a una relación. A un seductor le cuesta comprometerse únicamente con una sola persona.

* En ocasiones, la infidelidad se produce porque la persona quiere buscar fuera de su relación algo que no tiene dentro. Así sucede, al menos, en los casos de parejas rotas que siguen en común por puro convencionalismo social.

Qué hacer cuando eres víctima de una infidelidad

Si tú eres la víctima de una infidelidad, en primer lugar es importante que no te compares con nadie más, ni te culpes por lo sucedido. Recuerda que la responsabilidad es claramente de la otra persona.

No dejes que este golpe afecte a tu autoestima. Para ello, es importante que te trates a ti mismo con cariño, y que te des amor a través de un diálogo interior positivo.

El conocimiento de una infidelidad hace que las personas que han sido víctimas de una situación así observen toda su historia de amor bajo una nueva óptica. Es mejor que frenes este análisis y te centres en el presente y en el futuro.

Sigue con tu rutina y con tus ocupaciones, evita estar todo el día dando vueltas al mismo tema.

Rodéate de amigos de confianza y escucha tu corazón porque, al final, la verdad de aquello que deseas la encontrarás en tu interior. Por muchos consejos que escuches, recuerda que tú eres quien tiene el poder de decidir lo que más te conviene.

¿Se debe perdonar una infidelidad?

Perdonar una infidelidad es un tema muy personal, porque cada persona decide qué es lo correcto para ella y para su vida. Sin embargo, es verdad que mientras que cuando opinan desde una situación hipotética, la mayoría de las personas afirman que romperían su relación si su pareja les fuese infiel, cuando este hecho se produce de una forma real, su reacción cambia, y les surgen entonces dudas sobre qué hacer.

El amor de tantos años, la convivencia, los sueños cumplidos y los momentos felices, también pesan en la balanza. Por ello, es fundamental hacer balance y dar tiempo al tiempo, para no tirarlo todo por la borda en los primeros momentos de enfado y estupor.

Superar una infidelidad no es fácil, pero es posible con confianza mutua, mucha comunicación, y sin dejar que las personas del entorno –familiares, amigos, conocidos–opinen e influyan de una forma negativa sobre la decisión de la pareja.

Perdonar una infidelidad supone hacerlo en el sentido estricto de la palabra, es decir, haciendo de verdad borrón y cuenta nueva. Porque nadie puede decir que perdona una infidelidad si a partir de ese momento va a estar controlando a su pareja en cada paso que dé. En caso de actuar así, serán los celos y el agobio los que maten la relación.

Lo que nunca se debe hacer ante una infidelidad es pagar al otro con la misma moneda. Es importante que cada persona se valore a sí misma. Por otra parte, tampoco se debe actuar como si no hubiese pasado nada, ignorando la situación porque, cuando se reprimen las emociones, en algún momento explotan.

Cuando una persona sufre una infidelidad tiende a sentir tanta ira y tanta rabia que necesita hablar de lo sucedido. Sin embargo, es importante apostar por la discreción y hablar del tema solo con personas que sabrán tratarlo de forma confidencial. De lo contrario, en caso de hablar con personas frívolas, las consecuencias pueden ser peores.

¿Se debe confesar una infidelidad?

La infidelidad, en esencia, está rodeada de un gran misterio y de mucho secretismo. De hecho, la mayoría de las personas que han sido infieles, guardan este tema en la intimidad y no se lo confiesan a nadie. Aunque siempre existe el riesgo de ser descubierto.

Conviene recordar que hay detectives privados que trabajan en este campo de acción. Por otra parte, dado que cada vez tenemos más formas de comunicación disponibles, también existen más opciones de pillar al infiel en un descuido. De hecho, muchas infidelidades se descubren al mirar el teléfono móvil de la persona que está siendo infiel y encontrar pruebas de ‘otras relaciones’.

Pero, además, en nuestros días surge una nueva forma de infidelidad: la virtual. Es posible conocer gente a través de Internet, utilizando el ordenador desde casa. En estos casos, hay que tener en cuenta que los contactos a través de la red son muy susceptibles de ser idealizados y generar fantasías que no se corresponden con la realidad.

Eres tú quien debe decidir libremente si quieres confesar o no una infidelidad. Lo importante es que actúes siempre de una forma en que te sientas bien contigo mismo, porque solo así podrás estar bien en pareja.

Por ejemplo, existen personas que se sienten tan mal consigo mismas después de la infidelidad y sufren tantos remordimientos, que ese malestar les amarga el día a día.

En ese caso, es fundamental contarlo como un desahogo para poder asumir las consecuencias de los hechos, y ofrecer a la pareja la oportunidad de que perdone, o que no lo haga. Pero también puedes hablar del tema con alguien ajeno a la historia para que te dé su opinión de una forma objetiva. Hablar del tema con alguien de confianza, aliviará tu dolor.

En caso de haber cometido una infidelidad y tener la seguridad plena de que eso no va a suceder más, entonces puedes optar por no contarlo si crees que el hecho de saber la verdad no va a aportar algo positivo a tu pareja.

Por el contrario, puede que al saberlo se haga mil preguntas que hasta ese momento no se hacía, y que tenga más desconfianza hacia ti, porque dudará de si le estás contando todo realmente o hay algo que guardas para ti. Pero está claro que tampoco se puede esperar que todo sea ideal después de una infidelidad, es decir, es importante tener empatía y entender las necesidades emocionales del otro. Las heridas, tardan tiempo en curarse por ambas partes.

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