fbpx

Pelea

 

Las amistades y conocidos son siempre diferentes y únicos. Algunos de nosotros tenemos una gran cantidad de ellos; otros tenemos sólo unos pocos, sin embargo las interacciones humanas están en nuestra naturaleza, pero ¿por qué en ocasiones son nuestros amigos y personas cercanas son quienes nos tratan peor? ¿Lo merecemos? ¿Nuestros amigos son malas personas?

1. Las personas nos tratan en la forma en la que nos tratamos a nosotros mismos.

Si no nos respetamos a nosotros mismos, si pensamos mal de nosotros mismos, si creemos que no valemos nada, eso es lo que ven otras personas, si te falta confianza y la autoestima, no serás capaz de convencer a otros de que mereces ser respetad@. Somos tratados en base a cómo creemos que merecemos ser tratados.  Al permitir que otros determinen lo que somos o lo que no somos, estamos regalando nuestro poder.

2. Estamos desesperados por tener amigos.

Nos juntamos con las personas equivocadas, porque tenemos miedo a quedarnos solos. Nosotros toleramos a las personas que nos tratan mal porque pensamos que los malos amigos son mejores que ningún amigo. No podemos construir lazos fuertes si permitimos tener malas relaciones.

3. Siempre le damos a la gente el beneficio de la duda… pero demasiado

Tenemos la tendencia a justificar las palabras y acciones de nuestros amigos pensando que «No es su culpa, la vida no es fácil, etc». A veces puede ser verdad. Sin embargo, mucha gente simplemente se aprovecha de nuestra naturaleza amable. Si somos siempre amables, comprensivos y perdonadores, las personas que nos rodean tienden a explotarnos y no tomar en consideración nuestros sentimientos. Es por eso que establecer límites es extremadamente importante.

4. Queremos demostrar que están equivocados.

Cuando nuestros amigos y conocidos nos maltratan, hacemos como si nada para tratar de demostrar que nosotros sí somos realmente buenos. Este no es el camino. No podemos perdonar a quién no lo merece, o tratar bien a quien nos trata como basura, eso no nos hace mejores personas. No podemos seguir poniendo los deseos de otras peronas por encima de nuestro propio bienestar. Tenemos que darnos nuestro valor.

5. Tenemos miedo de los conflictos.

La confrontación es siempre desagradable, pero esconderse de los conflictos no es una opción. Ponte firme y no permitas que otros te maltraten. Si no estamos preparados para defender nuestra dignidad, no nos podemos quejar cuando los demás no nos respeten.
4/5 - (1 voto)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *